Restauraciones y Reparaciones

La gente me pregunta si ?buenos violines? significa que solo trato con instrumentos caros, en absoluto. Por violines finos, me refiero al minucioso cuidado y atención que pongo en la restauración y puesta a punto de cada violín que vendo. Esto los convierte en buenos violines en sus respectivos rangos de precios. La mayoría de mis violines son de estudiante a grado intermedio, que están aproximadamente dentro del rango de precios $400-$2,500 y en el extremo superior, algunos instrumentos profesionales finos y asequibles. Soy algo así como una tienda de violines de descuento, con un precio de hasta 50% menos de lo que se venden instrumentos similares en algunas de las grandes tiendas. Algunos de mis instrumentos tienen grietas reparadas profesionalmente. La mayoría tiene desgaste y signos de décadas de uso real. No trato de pulir o barnizar todo para que se vea brillante como lo hacen algunas tiendas. Trato de dejar la pátina natural de años de uso y absolutamente no trato de mejorar los violines adelgazándolos por dentro (regraduándolos). Más bien, trato de preservarlos en todos los sentidos, tal como fueron hechos por sus hacedores. Para mejorar el sonido de un violín, me concentro en ajustar los accesorios, el puente, la barra de sonido, el ángulo del mástil y el tipo de cuerdas, a su configuración óptima para obtener el mejor sonido general.

Soy un gran admirador de las interpretaciones de instrumentos musicales de época realizadas con instrumentos originales de las épocas barroca y clásica. Por lo tanto, también me especializo en la restauración de violines barrocos y de transición (era clásica) que aún tienen su mástil original, diapasones en cuña, barras bajas más cortas y livianas, puentes de estilo barroco y cuerdas de violín auténticas de tripa simple. Algunos de estos instrumentos son bastante asequibles, ya que se fabricaron más tarde en el siglo XIX. Sin embargo, están configurados como instrumentos más valiosos de la década de 1700, lo que los hace bastante adecuados para el intérprete económico de la Práctica Barroca Históricamente Informada (HIP).